SIERVO DE DIOS JOSE CERDA PASTOR Capellán del Carmen y Sacristán Mayor de la Colegiata



Nacido en Alicante el 22 de septiembre de 1881, hijo de José y de Dolores. Familia muy cristiana; el padre artesano con taller en la calle San Vicente. 

A los doce años ingresó en el Seminario de San Miguel de Orihuela para cursar los estudios eclesiásticos, que finalizaron en 1903, recibiendo seguidamente la ordenación sacerdotal. 

Su primer desti­no, a propuesta del Cabildo de San Nicolás, fue la regencia, durante 16 años, de la Iglesia de Ntra. Sra. del Car­men (hoy plaza del Carmen en Santa Cruz) con título de Capellán de la misma. 

Como buen alicantino, se esforzó también en dignificar la Ermita de Santa Cruz, como consta en su interior en una lápida marmórea.

Por nombramiento del Cabildo, D. José ocupó la plaza de Sacristán Mayor y de Presbítero asistente de la Colegiata. 

Su comportamiento como Sacristán Ma­yor fue modélico, pues era trabajador, ordenado e inteligente. Cuidaba los detalles. Uno de los testigos ha declarado que Don José defendió de la destrucción la imagen de Ntra. Sra. del Remedio, colocándose ante ella y diciendo a los milicianos: “Así no teneu res que fer, si voleu romper a la Virgen, teneu que matarme a mi ahora mismo”. 

Clausurada la Colegiata a raíz del 18 de Julio, D. José, en su domicilio (Altamira 24), conti­nuó celebrando la Santa Misa, hasta el 18 de agosto, en que a medianoche irrum­pieron en su domicilio varios miembros de la F.A.I. (1). 

Tras un minucioso registro en que encontraron, cuidadosamente guardados, cálices y copones del templo colegial, exigieron la entrega inmediata, negándose rotundamente D. José, pues tenía permiso expreso con documentación firmada por el Gobernador Civil, para custodiar aquellos bienes. 

De momento se retiraron, pero regresaron después de poco con nuevos y peores refuerzos, quienes, pistola en mano exigieron la entrega inme­diata de cuantos objetos de culto guardaba el fiel Sacristán, obligándole a acompañarles para hacer la consignación de aquellos ante el gobernador.

En realidad, todo era un pretexto para robar y asesinarle, ya que en el mismo coche lo trasladaron hasta el “portichol”, cerca de Monforte del Cid, dejándolo muerto en la cuneta. 

Don José Lorenzo Carbonell, Alcalde de Alicante, libró dos veces de la muerte a su sobrino Don José Cerdá, pero a la tercera vez llegó tarde. 

Sus familiares, que nada sabían y estaban en contacto con las autoridades, que querían salvar a todo trance a D. José, buscaron y preguntaron sobre su paradero.

En el cementerio de Monforte, sobre la mesa de autopsias, encontraron su cadáver con algunos rasguños en la cara, como señal de haber luchado antes del martirio; su muerte se debió a un tiro en la nuca, que salió por el pómulo derecho. 

Alicante le dedicó una de sus calles.

(1) “Federación Anarquista Ibérica”.